Los niños lectores no nacen, se hacen lectores y las familias, al igual que la comunidad y por ende las bibliotecas tenemos un papel fundamental. Este proceso de aprendizaje debe estar centrado en el placer de la lectura; éste, como muchas aficiones, debe alimentarse desde casa, en el seno de la familia, y por que no, en el barrio que rodea al niño, creando lazos comunitarios fuertes y siendo promotores de lectura para leer en los hogares que hay en su barrio.
Desde la biblioteca creemos que es importante que los niños lean pero que también se lean desde el contacto con el otro. Por eso este programa nos auyda a que los niños se apropien de su comunidad desde la lectura en voz alta.